jueves, 19 de julio de 2012

Encarecidas importaciones

Ramón Parellada
Una de las formas de encarecer todos los productos que importamos y por ende empobrecernos es dificultando la importación de bienes y servicios. En nuestras aduanas, cada contenedor pasa por un semáforo que se supone funciona aleatoriamente. Si sale en verde, el contenedor puede ser retirado luego de pagar los impuestos respectivos. Este trámite no debería tomar más que un día. Sin embargo, una gran cantidad de los contenedores que ingresan actualmente a Guatemala salen en rojo. El trámite dura unos 7 días. Si además, la DAIA (División de Análisis e Información Antinarcótica) de la Policía Nacional conocida antes como DOAN (Departamento de Operaciones Antinarcóticas) quiere revisar los contenedores, entonces serán unos 10 días más. Por si esto fuera poco, si a la SAT (Superintendencia de Administración Tributaria) no le parece el precio, entonces para quien ya conoce todo el procedimiento especial para liberar el contenedor por este reparo tendrá que esperar otros 5 días más. Parecieraa que la gente de la SAT que está en las aduanas ignorara cómo funcionan los precios, ya que siempre fluctúan por cuestiones de oferta y demanda. De esa cuenta, es lógico que si uno importa algún producto, en especial si es un commodity o una materia prima de la cual entran a Guatemala una enorme cantidad de contenedores al día, sus precios no serán siempre iguales. Los precios fluctúan todo el tiempo y suben cuando mundialmente la cantidad demandada es relativamente superior a la ofrecida y bajan cuando ocurre lo contrario. Pues bien, la gente de la SAT parece ignorar esto y cuando los precios a nivel internacional bajan se dan a la tarea de cuestionar todo contenedor que venga por debajo del precio que ellos consideran debe tener la materia prima. Si suben no pasa nada. Pero cuando bajan, su actitud es desconcertante, pues para el país y los consumidores significa una ventaja obtener materias primas a menores precios. El principal costo para el importador radica en que debe tener un mayor colchón en inventario. Esto significa tener mayor capital de trabajo y flujo de caja. Hay un costo financiero importante en este punto. Si el contenedor pudiera nacionalizarse de inmediato en vez de en una semana, entonces imagínese todo este costo ahorrado para el país. Además hay otros costos. Si el contenedor está más de 5 días sin ser retirado del puerto se cobra un almacenaje portuario. Esto puede oscilar entre $10.00 $11.20 por contenedor. Pero las navieras también cobran por sus contenedores, ya que los necesitan vacíos para usarlos con otros clientes. Ellos dan entre 8 y 11 días sin cobro extra a partir de cuando llega el barco a puerto. A partir de ahí los cobros oscilan entre $50 y $80 diarios por contenedor, dependiendo de la naviera. Hay casos en los cuales ya está cargado el contenedor en el tráiler. En estos casos, también se debe pagar por el chasis, el cabezal y el piloto que tienen que esperar a que se libere. Esto suele ocurrir cuando la revisión sale en rojo pero la SAT y/o la DAIA deciden parar el trámite por cualquier circunstancia. De esa cuenta se prolonga por varios días el trámite. Nacionalizar lo que importamos no debería ser un trámite que se resuelva en el mismo día. Ahora es un calvario y muy costoso. Es así porque somos ineficientes y gastamos nuestros escasos recursos en actividades que no generan riqueza. Si queremos ser más competitivos debemos buscar un sistema que no encarezca nuestras importaciones. No hay justificación que valga para que un país pobre tenga que desperdiciar tanto capital por estas ineficiencias burocráticas. Artículo publicado en el diario guatemalteco Siglo 21, el día jueves 19 de julio 2012.

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