Estuardo Zapeta
Todos los izquierdistas siguen un patrón y yo ya los tengo bien “chotiados”.
Todos preocupados por “quién va a llegar” a tal o cual puesto. Pero a mí me interesa más quiénes se irán, sus razones, sus estrategias de “movilidad social” y los argumentos por los cuales se retirarán, si es que lo hacen, o deciden hacerle ganas, saludo uno, sonoro taconazo y “ordene usted, mi General”.
Mi hipótesis es que alguien como la Fiscal General ya estaría pensando su retirada estratégica. Enero, digamos el día seis –Día de Reyes Magos—por ejemplo, o cualquier día antes de la toma del poder del binomio Otto – Roxana.
Pero conociendo el actuar de los “socialdemócratas” en el poder, ellas y ellos (por eso del género) no sólo agarran sus chivas y se van. No, qué va. Antes de zarpar hacen todo un “lobby” con la sacrosanta “comunidad internacional”, aseguran un puesto en algún “organismo internacional”, y ¡zaz! salen gritando que renuncian por la “repentina opresión militar”.
Todos los izquierdistas siguen un patrón y yo ya los tengo bien “chotiados”: 1) Piensan en irse, o saben que tienen que irse; 2) Juntan un equipo estilo “peludos” que las y los ayude en la “estrategia”; 3) hacen “lobby” con la comunidad internacional utilizando el argumento “anti-militar”; 4) salen, antes de irse, públicamente anunciando algún tipo de acoso (en el caso que observo sería el clásico de “los militares —del nuevo gobierno-— me persiguen”); 5) se desmayan en público para darle más punch a la “denuncia” y piden el apoyo de la “comunidad internacional,” la cual en “compadre hablado”, qué casualidad, ya tiene un “puestito” para ellas y ellos en un organismo internacional “de seguridad”; 6) una noche antes ellas y ellos mismo hacen sencillo sus propias oficinas para decir antes del desmayo que “fuerzas oscurantistas que retornan, los del pasado negro, los que derrocaron a Arbenz y acabaron con la ´primavera democrática´, grupos paralelos, agentes del crimen organizado” entraron a sustraer información confidencial, la cual es generalmente financiera, oh casualidad, que debían entregar a algún auditor ese mismo día; y, 7) con lágrimas de cocodrilo parten hacia un “incierto” futuro cinco estrellas (aquí deben agitar el pañuelo rojo y negro con música sandinista de fondo).
Ah, y 8) se me olvidaba, escriben un libro en el cual relatan la traumática experiencia por la que pasaron, snif, snif, snif, y de como les nació, oh sí, la conciencia. Así que “las golondrinas” podrían volar en enero, o antes.
Artículo publicado en el diario guatemalteco "Siglo 21", el día viernes 25 de noviembre 2011.
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